La lámpara Lily fue diseñada en el 2002. Es un producto de iluminación que sirvió para demostrar que la impresión 3D tenía mucho que decir a la hora de fabricar sofisticados objetos.
Un producto de iluminación que nació en una impresora 3D
La forma de esta lámpara recuerda bastante a la flor de lirio de agua (también conocida como flor de loto). Se presentó en la semana del diseño en Milán (2003) causando un gran revuelo. Por aquel entonces las impresoras 3D se utilizaban como tecnología de prototipado. Pero esta lámpara vino a demostrar que también podían fabricar productos de consumo. La lámpara Lily fue por tanto el primer producto de iluminación altamente comercial impreso en 3D.
La intención del diseñador era crear algo pequeño que tuviera un gran impacto visual, y que de paso allanara el camino a ese nuevo sistema de impresión. Hay que tener en cuenta que en aquella época era todo un reto producir un objeto así, y que además fuera asequible. De ahí la importancia de la impresión 3D, aunque por aquel entonces aún era muy caro.
Otro aspecto interesante es la estrategia futura planteada por su autor. Una vez que las impresoras 3D domésticas se popularicen, permitir que la gente se pueda descargar los datos del objeto, para imprimir la lámpara en casa.
Este diseño ahora mismo se fabrica en poliamida, un polvo muy fino empleado para la sinterización láser. La pantalla de la lámpara Lily está impresa en una sola pieza, y está formada por un conjunto de finos y delicados pétalos. Son ligeramente translúcidos, y cuando la lámpara está encendida crea un bello efecto luminoso por las capas de pétalos.
Hay dos versiones de este diseño, una como lámpara de pie, y otra como lámpara de mesa. Ambas se fabrican bajo pedido por la compañía belga Materialise.
Lily es un producto de iluminación diseñado por Janne Kyttanen.