Este producto nació al solucionar un problema que la compañía de diseño Gensler tenía en sus instalaciones de Los Ángeles. Unos paneles de vidrio de color rojo tenían que servir para dar privacidad desde el exterior a los empleados, pero resultó que proyectaban una luz indeseada hacia el interior del edificio. Esa luz resultaba especialmente molesta em una sala de conferencias. Se solucionó creando un panel separador con módulos de diferentes transparencias.
Los diseñadores experimentaron con piezas hexagonales de fieltro, para crear un producto de gran flexibilidad. Con él se podía jugar con la opacidad de diferentes patrones de perforación. El resultado fue el sistema LINK, que se puede utilizar para infinidad de aplicaciones. Sirve como pantalla de separación que aporta privacidad, para dar sombra, separar ambientes, incluso para mejorar la acústica de una sala de trabajo.
Los módulos hexagonales se unen entre sí mediante unas lengüetas y ranuras. Por eso es un producto que puede reducir o aumentar en tamaño, según las necesidades de cada espacio. El panel Link se monta y desmonta con facilidad, incluso de puede colgar del techo con los sistemas de riel que produce el fabricante.
La piezas se hacen en fieltro de 3 mm de espesor, y se recortan empleando tecnología CNC. Con ello se producen módulos de diferentes grados de transparencia, que van desde 0% al 80%. En total, hay 5 estilos de módulo, y 63 opciones de color a elegir. Esto hace que estemos ante un panel separador de espacios que permite una buena personalización. Se puede combinar cualquier color con patrón, y ser montado con los diferentes tipos de módulos estándar y piezas de cabecera. Conectando varias cabeceras, se pueden conseguir grandes superficies separadoras.
Es interesante también saber que Link se hace con al menos un 25% de material recuperado de diferentes procesos post-industriales.
Este panel separador fue desarrollado por la compañía FilzFelt y la oficina de Los Angeles de Gensler.