Me encanta el aspecto que tienen estos fregaderos de cerámica de la serie Platus. Tienen una parte frontal que sobresale hacia fuera del resto de muebles de la cocina. Sus aristas están levemente redondeadas, y tienen un práctico formato rectangular. Además, su tamaño permite que todas esas grandes cacerolas, y sobre todo sartenes, quepan dentro de él.
Otro punto a su favor es su diseño atemporal, que hará que combine con prácticamente cualquier estilo de cocina, ya sea clásica o súper moderna. Y es que los fregaderos de arcilla refractaria son sin lugar a dudas más bonitos que los fabricados en acero inoxidable. Pero también son menos duraderos, y tiene un «pequeño» inconveniente a tener en cuenta: el riesgo de que se rompa cualquier elemento de nuestra vajilla, si se nos resbala dentro de él, es bastante mayor.
De estos fregaderos cerámicos se han hecho dos versiones. Hay una de 76 x 51 centímetros, y otra más ancha de 84 x 51 cm, ambas disponibles en colores brillantes blanco y vainilla. Todos están fabricados con materiales de origen natural.
Estos fregaderos de cerámica los fabrica Houzer. Es una compañía que está especializada en el diseño y producción de fregaderos que encajan en cualquier tipo de cocina, sea del diseño que sea.