Estas fotos se hicieron 20 meses después de que el Ayuntamiento de Nueva York permitiera la construcción de la Pirámide de la calle 57 West. Se puede comprobar el estado tan avanzado de las obras. La estructura de hormigón armado ya había alcanzado 22 de las 32 plantas. A pesar de que aún no se habían añadido ningunos elementos de su ogirinal (y polémica) cubierta-fachada, ya se podía percibir el vacío del gran patio interior y la superficie alabeada de este potente edificio residencial de Manhattan. En total cuenta con 750 apartamentos, 173 de ellos destinados a personas con bajos recursos económicos.
Recordemos que también se trataba de la primera obra de los arquitectos de Bjarke Ingels Group en los Estados Unidos.
Utilizar superficies curvas de estas características y dimensiones, en un condominio de viviendas, es una pésima solución. Hay que tener en cuenta que provoca demasiado espacio desaprovechado dentro.
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Fotos publicadas por Field Condition, y la cuenta en Instagram de BIG.