Shanghai Tower será el edificio más alto de China, y el segundo del mundo, por detrás del Burj Khalifa. La empresa Gensler, responsable de su diseño, acaba de hacer público que ya se ha completado su estructura, alcanzándose la planta 128 (a unos 632 metros). En palabras de uno de los arquitectos, este rascacielos «redefine el papel de los edificios altos en las ciudades contemporáneas y sube el listón para la próxima generación de super-rascacielos«.
La Torre Shanghái está ubicada en Lujiazui, el centro financiero y comercial de la ciudad, y estará acompañada por otras arquitecturas de altura, como la Jin Mao Tower, y el Shanghai World Financial Center. Recordemos que este rascacielos está destinado a oficinas, hotel de lujo, así como a espacios culturales y comerciales. Cuando abra sus puertas en el 2014, sus visitantes podrán disfrutar de las panorámicas del mirador más alto del mundo.
Esta torre está organizada como una composición de nueve edificios cilíndricos apilados, con una envolvente exterior de vidrio que gira 120º, adquiriendo el rascacielos una apariencia torcida muy elegante. Un punto interesante del proyecto lo encontraremos en sus jardines situados entre las dos capas de su fachada, pero sobre todo en las estrategias sostenibles que hacen que este edificio reduzca su huella de carbono en unas 34.000 toneladas al año:
- Su diseño en torsión permite que tenga un buen comportamiento frente a las cargas de viento, reduciéndolas en un 24%, y permitiendo un ahorro de 58 millones de dólares en materiales de construcción.
- La fachada de vidrio aumenta la luz natural en su interior, reduciendo el consumo eléctrico en iluminación artificial.
- El aislamiento diseñado también es importante, pues hace que el edificio consuma menos en calefacción y refrigeración.
- Un parapeto en espiral sirve para recoger las aguas pluviales, utilizadas para las instalaciones de calefacción y aire acondicionado.
- Justo debajo del parapeto hay unas turbinas eólicas que producen energía para los pisos superiores, mientras que un sistema de cogeneración de 2.130kW (gas natural) proporciona electricidad y energía térmica para los pisos inferiores de la torre.
- Un tercio del sitio serán espacios verdes.
Por estas características, la Torre Shanghai pretende conseguir una certificación LEED de oro.
Más información en la página de Gensler.