Para que escribamos sobre una casa, primero ha de gustarnos, pero es imprescindible además tener la información de su organización en unos planos de planta, y a ser posible con unas buenas imágenes de su interior. En esta ocasión ha sido esto último lo que nos ha fallado, pues de esta Edge House no hay foto alguna de su salón, ni de la cocina, y mucho menos de los dormitorios o cuartos de baño, pero aun así hacemos una excepción ya que las imágenes del exterior nos han parecido espectaculares.
Se trata de una vivienda unifamiliar situada en Varna (Bulgaria), cerca del mar, con una fuerte presencia por sus muros de hormigón armado y unos grandes huecos acristalados, sobre todo el de la fachada principal, orientada al sureste. Desde el exterior se ve como una sucesión de planos de hormigón y de vidrio, rematados por una cubierta inclinada (de varios planos), hasta formar un dramático vértice en el extremo sur.
Según el plano de sección, vemos que hay un sótano y dos plantas sobre rasante. A pesar de la forma quebrada y caprichosa de la envolvente, por dentro es una casa bastante habitable: los dormitorios y la cocina están cómodamente amueblados gracias a paredes ortogonales. Tan solo el dormitorio último, el de los hijos, es el que se resuelve siguiendo las diferentes direcciones de la fachada, mediante los muebles de escritorio. En el extremo opuesto está el dormitorio principal, tratado como una suite, y entre ambos hay una sala de estudio.
La planta baja está casi por completo ocupada por el salón, pero separado de la cocina mediante un tabique plegable. Una despensa y un aseo completan la distribución en este nivel. La escalera es única y de un solo tramo, comunicando cada una de las plantas de la casa.
Es interesante observar la protección solar que ofrece el vuelo de la cubierta, y la prolongación del muro lateral, algo imprescindible cuando se tiene una fachada acristalada de esta envergadura.
Y ahora la pregunta final: ¿se trataba de unos renders?
Es un proyecto de STARH Stanislavov architects.