
Aunque no lo parezca, este edificio de cubierta tan pronunciada a dos aguas tuvo en su día (1930) un uso religioso, pero fue remodelado como casa en una iglesia, y servir de residencia a una familia de cuatro miembros. Previamente había sido utilizado como garaje para reparación y venta de vehículos. Esto es Holanda, y estamos junto al río De Rotte (Róterdam).
El edificio original es una nave con techos revestidos de madera, dos grandes buhardillas, y con un volumen excesivo para el programa de una vivienda (3.000m3), así que la solución pasó por dejar la nave tal cual, y meter dentro una casa de lujo de proporciones normales. La nueva construcción está tratada como una estructura independiente, de tres plantas, dejando abierta toda la fachada hacia el río de la iglesia, y permitiendo la entrada de luz natural a través de una gran celosía. En la parte inferior encontramos la sala de estar, mientras que los dormitorios se sitúan en las plantas superiores, abriendo eso sí, nuevas ventanas en uno de los faldones de cubierta.



No es un trabajo tan fino y tan moderno como el que vimos recientemente en una capilla de Utrecht, aunque en esta ocasión prácticamente no hay restos del pasado religioso del edificio.
Esta reforma ha sido un trabajo de los arquitectos Ruud Visser.