El estudio de arquitectura de Zaha Hadid ganó el concurso para el Nuevo Estadio Nacional de Japón. Estaba organizado por el Consejo de Deportes de aquel país, donde el segundo premio fue otorgado a la propuesta de Cox Architecture (Alastair Ray Richardson). En cambio los arquitectos de SANAA + Nikken Sekkei quedaron en tercer lugar. Entre los diez finalistas había firmas famosas como Toyo Ito, Populous, o gmp-Intenational. Lo cierto es que la diva arquitecta lo tuvo bien fácil, ya que la arquitectura moderna con la que competía no era de alta calidad.
Del proyecto ganador, el jurado opinó que es un diseño innovador y fluido, acorde con el dinamismo de las actividades deportivas. Además estaba encantado con el icono arquitectónico que supondrá para la ciudad. Vamos, que era prácticamente lo que estaban buscando! Además, reconoce que su construcción supondrá un reto tecnológico, en alusión a la estructura puente en forma de arco que define todo el estadio. Eso sí, antes tendrán que revisarse los accesos y otras conexiones con el entorno.
Con características sostenibles
Hay que añadir también que este moderno estadio tendrá una cubierta operable, ofreciendo grandes posibilidades para la celebración de todo tipo de eventos en su interior. El proyecto se ajustará a lo que cualquier arquitectura moderna precisa para ser sostenible. Contará con un buen número de avanzadas tecnologías para llevar a cabo sus características verdes. Se espera una buena iluminación natural, sistemas de ventilación pasiva, y producción de energía fotovoltaica. Además utilizará energía geotérmica, sistemas de refrigeración por agua de lluvia, así como reciclado y uso de aguas grises.
Esta obra de Zaha Hadid debía estar terminada para el 2018 ya que al año siguiente será sede de la Copa del Mundo de Rugby. También servirá como atractivo para la candidatura de Tokio a los Juegos Olímpicos de 2020.
Imágenes del Japan Sport Council.