La Casa Cueva (Cave House) se encuentra en un barrio no muy denso de Oita (Japón). Está dentro de una parcela casi cuadrada, y sin el acoso de viviendas vecinas (al menos por ahora). Pero aún así se resolvió con un patio interior lateral y alargado, que divide la casa en prácticamente dos mitades, al tiempo que proporciona espacio más privado al aire libre.
Este espacio vacío también asegura la ventilación cruzada e iluminación natural tanto del salón y cocina (en planta baja) como de los dormitorios, que están en el piso superior. Como dato curioso, hay que hacer notar que esta vivienda tan solo dispone de un cuarto de baño, y que está situado en la planta baja. En vez de poner otro arriba, junto a los dormitorios, se utilizó la superficie restante para configurar dos terrazas o jardines interiores, y un pequeño estudio.
Todo el exterior está revestido de paneles metálicos, estableciéndose un contraste con el interior, que es de madera y paredes blancas. Junto a una cocina bastante minimalista, encontramos también un diseño muy ligero de escalera metálica, y unas puertas correderas que permiten tener un gran hueco abierto hacia el patio. Un dato curioso es que se ha dejado una banda lateral del suelo del salón con un acabado de cemento pulido, y unos centímetros por debajo del resto, que es de madera.
El proyecto de esta vivienda es de los arquitectos de Eto Kenta Atelier.