Este apartamento está en un edificio bastante anodino de una ciudad sueca. Pero en cambio está decorado con mucho gusto y sencillez, manteniendo la tónica general de las viviendas escandinavas. Destaca la habitación principal por su luminosidad natural, y por lo bien marcadas que están las zonas de comedor, estar, y cocina. Las paredes del vestíbulo de entrada y cocina, ayudan en este sentido. Además en este ejemplo se han sabido aprovechar con muy buen criterio. Una de las paredes de la entrada a la casa está decorada con un papel pintado, y en el resto se ha decorado con fotos de gran formato y algún que otro cuadro que, junto a las flores, dan colorido al apartamento.
Seguramente la vivienda tuvo alguna reforma, aunque la presencia de una habitación grande sin ventilación nos invita a pensar que no debió ser muy integral. Decimos esto porque con tanta fachada (ocho ventanas!) es sorprendente que haya quedado una estancia a oscuras. Ese espacio se ha habilitado como sala de cine en casa, con una buena pantalla de proyección.
Todo el suelo es de madera, salvo la sala de cine que tiene una densa moqueta, y el cuarto de baño que es de gres cerámico. De manera anecdótica, los dueños ocuparon parte de la azotea a la que dan las ventanas, para disfrutarla al aire libre en las estaciones menos frías. Pero nos inquieta pensar qué harán con la nieve en invierno cuando tape gran parte de las ventanas.
Fotos de Alvhem.
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