NARTARCHITECTS realizó el proyecto para el museo de pintura dedicado al artista húngaro Tivadar Csontváry Kosztka. Un cubo translúcido en una mina de carbón. El edificio tienen fachada de vidrio, y un núcleo interior cerrado de hormigón armado. El proyecto pretende provocar la misma emoción que algunos de los cuadros de Csontváry.
El estudio de Napur Architect consiguió ganar a BIG, OMA, y Zaha Hadid Architects, en un concurso de ideas para el Museo de Etnografía de Budapest. El proyecto sorprende por su integración en el entorno del gran parque de 122 hectáreas, mediante una azotea curva que está configurada como un espacio público ajardinado. Axonometría del proyecto y plano de sección.
El estudio de Daniel Libeskind diseñó el proyecto para el Museo del Kurdistán en la ciudadela de Erbil, sede del gobierno autónomo kurdo en Irak. El edificio está proyectado para transmitir una fuerte carga emocional, donde cada uno de sus cuatro volúmenes principales representa a las regiones kurdas de Turquía, Siria, Irán, e Irak. Posee una doble línea estructural para representar el pasado y el futuro, así como una extensa lámina de agua.
El arquitecto Heneghan Peng gana el concurso de ideas para el Museo de Canoa Canadiense (Ontario), con una azotea ajardinada que supera los 8.000m2. El pabellón posee también una extensa fachada serpenteante de vidrio, espacios interiores muy versátiles con tabaquería móvil, y un diseño pasivo que requiere de pocos recursos energéticos en calefacción.
Bjarke Ingels Group ha ganado un concurso para la ampliación del Museo Kistefos en el pueblo noruego de Jevnaker, con una sencilla e impactante propuesta. El edificio está ubicado a modo de puente, para facilitar que se pueda visitar las esculturas al aire libre, situadas a ambos lados del río Randselva. Fachada de vidrio, que se convierte en cubierta.