La Villa Kogelhof es una de esas casas espectaculares, en la que además su construcción está rodeada de una serie de condicionantes que la hacen única. Está ubicada en una finca de 25 hectáreas, dentro de un área protegida de la provincia de Zelanda (Holanda). Funciona como un edificio autosuficiente, de diseño minimalista, formado por dos volúmenes alargados, uno de ellos subterráneo y otro superior «flotante» completamente acristalado.
La finca está incluida en un hábitat protegido para los animales y plantas, y era una explotación agrícola cuando fue comprada por el propietario. Pero el permiso para la construcción de la vivienda se consiguió condicionado a devolver el lugar a su estado pre-agrícola. Las fotos actuales muestran una casa en un paisaje baldío, pero hay 71.000 árboles plantados que harán que en un futuro se vea rodeada por un bosque. Además, se excavaron unos 70.000m3 de tierra para conseguir un gran estanque de agua.
La parte subterránea contiene el garaje, cuarto trastero, aseo, y una sala de trabajo al fondo con vistas a la laguna. Toda su cubierta está inundada por una lámina de agua. La caja de cristal es una planta bastante diáfana (con un patio) con vistas al entorno circundante, y comprende el resto del programa de la casa: salón, cocina, comedor, baños, dos dormitorios simétricos en un extremo, y el principal en el opuesto. Se ha amueblado con diseños de Le Corbusier y Eileen Gray.
La fachada de vidrio tiene un alto poder aislante, y una capa interior textil enrollable que funciona como una barrera reflectante solar. Cuando la tela está bajada, se crea una cavidad de aire que está controlado por un sistema de ventilación, haciendo que la fachada colabore en hacer de la Villa Kogelhof un hogar de energía cero. El agua caliente se consigue por una caldera de biomasa, mientras que la electricidad es generada por unos paneles fotovoltaicos situados en la cubierta, y una turbina eólica (aún no estaba instalada en el momento de realizar las fotografías).
El proyecto de esta maravillosa casa de una planta fue diseñado por los arquitectos del estudio Paul de Ruiter, el cual recibió numerosos premios, entre ellos el de arquitectura holandesa ARC13. Fotos de Jeroen Musch.
